¿Y cuál creen que es la respuesta? ¡FANTASTICO!
Se imaginarán mi sorpresa al ver que mi regalo de cumpleaños número 30 era, ni más ni menos, un viaje en globo.
Me vendaron los ojos, me subieron al auto y cuando llegamos al punto de encuentro, me pararon frente al camión que transportaba el globo y empecé a los gritos locos Definitivamente hice algo bien en la vida como para que la familia de mi novio me hiciera tal regalo.
Hay dos horarios en los que se realiza este viaje: temprano por la mañana o a la tarde antes de la puesta del sol. En la primera la magia está en el cantar de los pájaros y ver el sol asomándose en el horizonte. En cambio a la tarde (la que realizamos nosotros) es posible deslumbrarse con la caída del sol y brindar con Champagne en las alturas.
El piloto y su equipo coordinan con el pasajero el lugar de encuentro, el nuestro fue una estación de servicio en las afueras de Schaffhausen. Desde allí fuimos todos juntos hasta el punto de partida, un campo despejado sin muchos árboles que hace la experiencia del despegue más amena.
Ayudamos a bajar el globo, a extenderlo en el suelo y a preparar el cesto/canasto dónde íbamos a subirnos después. Antes de partir hay que asegurarse de que el equipo a gas (el que lanza la llama) funcione, ajustar los instrumentos de medición y comprobar la funcionalidad de la radio. Todo se hace con sumo cuidado y es increíble poder participar del armado.
La experiencia completa es de unas 4 horas y media, casi 5, se viaja a una altura máxima de 2700 m y una velocidad de 20 km/h, lo cuál permite una visión extremadamente clara del paisaje y pudimos apreciar el curso del río Rhin, el Munot que es una fortificación circular del siglo XVI y una cantidad inmensa de viñedos, plantaciones y bosques.
El recorrido no es algo que pueda definirse con exactitud, más bien vas dónde te lleve el viento y tuvimos la suerte de poder ver las Cataratas del Rhin (en alemán Rheinfall), que son el mayor salto de agua que tiene. Europa Central.
Yo había viajado previamente en parapente y había hecho paracaidismo pero éste es otro tipo de experiencia. Mientras que en el parapente se hacen muchas curvas y contra curvas para subir o bajar la altura, en el globo el viaje es lineal y todos aquellos que se marean un poco, probablemente en el globo no les suceda. No se siente turbulencia y no se generan movimientos bruscos, el vuelo es totalmente relajado y eso nos permitió a brindar descorchar una botella de Champagne que habíamos llevado y brindar en unos vasitos de cartón.
Algo importante también a saber es que es imposible que el globo termine donde empieza. Nuestra familia y el resto del equipo de HANSPETER MÜLLER fue siguiendo el recorrido desde abajo con el auto y la camioneta.
El aterrizaje fue sublime, y ahí terminamos de comprender que volábamos con los mejores! Yo no sé qué cálculo matemático hizo el piloto para depositarnos exactamente a milímetros de una plantación de maíz, dónde se habían acercado algunos vecinos de esa zona para sacar fotos y felicitarnos.
Coronamos la tarde noche con una picadita y vino blanco, junto a nuestros familiares y a los pilotos, menos el conductor que por razones obvias no bebió ni un sorbo.
Les dejo unas imágenes para que se transporten a este momento, al aire, al atardecer y a un hermoso comienzo de mis 30 años.
Datos importantes:
Duración: 4.5 horas
Altura: 2700 mts
Velocidad: 20 km/h
Precio por persona: 380 CHF - a partir de 3 personas cuesta 350 CHF.
Punto de partida: a coordinar con el pasajero. Es posible salir desde la puerta de tu casa!
Vuelos especiales: Desayuno con Champagne o Aperol al atardecer.
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