Aprender un idioma es aprender también una cultura, entonces nada mejor que hacerlo en el país de origen. Conviviendo con el lenguaje, el aprendizaje es acelerado, constante y rico en expresiones y vocabulario. Si lo había hecho con inglés en Hawaii, por qué no intentar con alemán en Alemania.
No les voy a mentir, yo aprendí alemán en Suiza, pero hace unos meses me fui por una beca del Goethe Institut Buenos Aires a estudiar a Mannheim, Alemania y ésta es la experiencia que les quisiera compartir.
Motivos para aprender alemán hay muchos:curiosidad, descendencia, estudios y trabajo.No importa cuál sea el tuyo, lo importante es que conocer el idioma te va a abrir grandes puertas a la hora de buscar trabajo, de disfrutar literatura, arte o música en idiomas originales o simplemente va a hacer que puedas conectarte mejor con los lugares al viajar por Europa. Fuente: Goethe.de
PRIMER DÍA DE CLASES:
Llegué a Mannheim un fin de semana antes, con tiempo para recorrer un poco la ciudad y poder adaptarme a las nuevas reglas, conocer los comercios y buscar actividades interesantes para desarrollar el resto de los días.
Mannheim es un pueblo de universitarios, muchos jóvenes van allí por becas o intercambios lo cuál significaba que muchas personas iban a estar en la misma situación que yo. Además estudiar en un pueblo, enfatiza el aprendizaje. Es probable que cuanto más pequeño sea, menos habitantes conozcan otros idiomas, y aprender alemán será cuestión de supervivencia.
El primer lunes de cada mes, se inician los nuevos cursos en el instituto y por eso se realizan ese día los exámenes de nivelación. Si no tenés conocimientos de alemán previos, es muy probable que no necesites hacerlo pero en el caso de que sí los tengas, tendrás que realizar el examen. Hay dos partes.
La primera empieza 72 hs previas al examen in-situ. Es escrita, se habilita con un código que te manda el instituto por mail y busca agilizar el tiempo en la escuela. Consta de un Multiple Choice, y de la entrega de un pequeño texto donde contamos hace cuánto estudiamos alemán y por qué. Muy simple, no hay que asustarse.
La segunda etapa es oral, y se hace el primer día en el colegio. Te asignan un aula y una profesora que con un par de preguntas más los resultados del examen te designan un nivel.
Pese a que yo en Buenos Aires había realizado el B2.1, en Mannheim me designaron B1.2 porque no había cupos suficientes para abrir un nuevo nivel.
Esto puede ser muy útil para refrescar conocimientos o puede enojarnos un poco porque la idea también es ganar aprendizaje. En estos casos, sugiero que hables con algún directivo que pueda trasladarte a alguna otra ciudad donde el curso que necesites esté abierto. Realmente es mucha plata para desaprovechar sólo con repaso. Yo me quedé en Mannheim porque como era una beca, sentí que si me quejaba podrían tomarlo como un desagradecimiento y trate de aprovechar todo lo mejor posible.
Al día siguiente comenzarán las clases diarias si te anotaste en un curso intensivo, dónde la profesora provee de los libros de estudio. Yo tenía horario matutino de 8 a 13 hs. Era lo mejor porque tenía toda la tarde para aprovechar.
Durante ese mes debatimos temas políticos (como la caída del muro de Berlín y el Nazismo), culturales y los comparábamos con nuestros países, miramos películas y escuchamos música. Dimos clases especiales sobre un tema de nuestro interés, hubo evaluaciones escritas, orales y con audios donde pudimos distinguir los distintos dialectos de la lengua ya que los austríacos por ejemplo no hablan igual que los suizos o alemanes.
Al final del nivel, me entregaron un certificado de asistencia, con notas que iban del 5 al 1, siendo 1 el número más alto, distinguidas por oral, escrito y comprensión de texto y audio. Fue muy satisfactorio porque recibí un 2 en todos los aspectos.
DEPARTAMENTO DE CULTURA Y TIEMPO LIBRE
Cada Goethe Institut (sea Mannheim, Berlin, Hamburg, etc) tiene personal destinado a ofrecer actividades grupales fuera del horario de clase y sin distinción por nivel. Es lo que más me gusto de mi experiencia porque es lo que permite el vínculo con nuevas personas, la práctica del idioma con niveles avanzados y por lo general son actividades turísticas, ricas en información para aprender más sobre el lugar en el que estamos.
Algunos ejemplos: lunch de bienvenida, cena internacional en la residencia estudiantil donde cada uno lleva una comida típica de su país para compartir, Kino Abend (se compran las entradas de cine y se asiste a una función donde la película es sorpresa), tarde en distintos museos, recorridos turísticos con guías locales a otros pueblos, y mi favorito: el patinaje sobre hielo.
Es para no perdérselas porque además de estar bien organizadas son super accesibles. Muchas son gratis, o sólo se abona el pasaje en tren/bus.
LA RESIDENCIA
El Instituto contaba con la residencia universitaria sólo a unos pasos por lo que era super cómodo llegar y sobre todo porque mi cursada era de mañana y podía dormir un poco más todos los días.
El edificio contaba con muchos departamentos de un ambiente con cocina y baño propio. Tenía calefactor (yo fui en invierno y estuve totalmente agradecida), toallas y sábanas, vajilla y servicio de limpieza cada 15 días. Debo admitir que era muy cómodo y luminoso.
Además poseía áreas comunes como un living cada dos pisos, con libros y tv, y lavanderíavcon dos lavarropas y una secadora.
Había que ser cuidadoso con la llave del edificio, ya que si se perdía te cobraban una multa de 100€. Fumar dentro de la habitación también está prohibido por los sensores contra incendios. Si los bomberos venían al establecimiento también se cobrara una multa, aunque un poco mayor.
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