Lo cierto es que la Península de los Balcanes está fuertemente unido a lo que fue laguerra de Yugoslaviay cerca del casco histórico deDubrovnik, yace a orillas del Mar Adriático, elHotel Kupari, un claro ejemplo de eso.
El complejo turístico fue construido en 1919. pero fue a partir de 1960 que se destinó al descanso de los militares y sus familiares. El predio estaba formado por 5 edificios, además de espacio para camping y una villa con algunas cabañas. Estaba preparado para recibir unas 4.500 personas. El dato importante es que contaba con salida directa al mar y una pequeña playa privada.
En 1991, antes de empezar la guerra de la independencia de Croacia, el ejército Yugoslavo decide atacar este lugar que era un punto clave por la presencia militar y de fácil acceso por vía marítima. Actualmente se puede acceder a las ruinas de lo que quedó luego de este acontecimiento y es visitado por muchos buses turísticos.
Sinceramente mi realidad siempre estuvo fuera de este entorno. Cuando la guerra terminó yo apenas comenzaba a tener memoria, y en mi país no me tocó nunca pasar por una situación similar. Sin embargo, esta visita y el recorrido que hice por el Palacio del Rector en Dubrovnik, me hicieron pensar que por más que no esté en mi día a día, la guerra aún existe. Quizás no es Croacia, Bosnia o Montenegro queriéndose independizar, pero la lucha de poder existe y el costo es muy alto. Muchas familias destrozadas por la pérdida de seres queridos, por la dureza de dejar la patria y refugiarse en otros países, por dejar los estudios e ir a luchar.
Me duele pensar que el mundo, que creía en constante progreso y evolución, no siempre actúa bajo los fines correctos, y muchos pensamientos que deberían llevarnos a la pacificación y al bienestar como comunidad siguen siendo cegados por el dinero y el poder. Sin ir más lejos, este hotel o lo que queda de sus instalaciones desaparecerá para construir un moderno complejo que producirá millones, en vez de ser conservado como memorial para la toma de conciencia. Lo mismo o parecido ocurrirá con la isla Mamula, en Montenegro, donde presos de guerra fueron reprimidos y ejecutados. Muchos dormirán donde muchos otros murieron.
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