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ROMA en cuarentena - #stayathome


Ciudad Del Vaticano, 2015
Ciudad Del Vaticano, 2015

Imagino que estamos todos en la misma, la cuarentena se llevó la mayoría de los planes y objetivos que nos habíamos propuesto a comienzo de año.


En mi caso, una luna de miel en Sudáfrica, un viaje familiar por Neuquén (Patagonia), tres meses en Italia y, Dios quiera que no, pero también peligra mi mudanza definitiva a Suiza (por lo menos en lo que nos queda del 2020). Quedé en Argentina, mi marido trabajando en Kosovo y una seguidilla de reencuentros cada dos meses se nos fueron pospuestos.


Este año, que iba a aprovechar no sólo para viajar, quería transcurrirlo en mi ciudad con mi familia y mis amigos más cercanos ya que cuando todo vuelva a la normalidad, mi normalidad iba a estar muy lejos de mi cotidianidad actual.


Puedo lamentarme al respecto o puedo intentar convertir este tiempo de aislamiento en algo positivo. De toda aquella lista de objetivos, elegí 3 y me propuse cumplirlos de alguna manera:

  • Estudiar italiano intensivo en una ciudad de Italia,

  • Especializarme en diseño UX,

  • Aprovechar el tiempo con mis seres queridos.

Cómo se imaginarán, el título hace alusión al primer punto y aquí les voy a contar mi experiencia con las clases intensivas online de la Scuola Leonardo Da Vinci en Roma.



Scuola Leonardo Da Vinci en Roma.


Siempre cuando se inicia un curso de idiomas, se hace un test que dictamina tu nivel. Yo tenía los conocimientos básicos del idioma porque había hecho un intensivo en verano en el Consulado Italiano en Argentina, así que entré al nivel A2.


Las clases iban de lunes a viernes, de 9 de la mañana a 12 del mediodía en Argentina, pero en horario europeo ya era la tarde.


Todas las semanas recibíamos por mail un libro en .pdf con contenido visual y teórico y otro mini libro con ejercicios. Cada día aprendíamos una nueva unidad, con contenido gramatical y vocabulario, por ende al finalizar la semana ya teníamos 5 temas aprendidos.


La plataforma a utilizar es Zoom, algo que funciona muy bien en este tipo de contexto y que tiene la posibilidad de armar salas pequeñas dentro de un aula virtual y trabajar en grupo. De esta manera nos conocíamos más con mis compañeros y en dos meses llegamos a tener una muy buena relación.


Debo decir que me sentía menos aislada del mundo y hasta contenida emocionalmente por el profesor y por aquellas personas con quién compartía a diario. La pandemia nos afecta a todos por igual y nos contábamos como avanzaba la situación en cada país y cómo nos sentíamos al respecto.


Creo que lo he dicho en otros post, pero para mi aprender un idioma es viajar. Es aprender la geografía de los lugares donde la lengua se habla, es conocer los monumentos y los puntos de interés mediante fotos, es además conocer la comida, las costumbres y hasta si se quiere un poco de historia.


Todo esto se ve en los libros con los que trabajábamos, pero en esta escuela en particular teníamos la posibilidad de tomar clases extra curriculares, sin costo agregado, de cine, literatura, arte, cocina y hasta teníamos viernes de after! Los temas a tratar en cada clase también los recibíamos por mail, algo muy importante para, por ejemplo, la clase de cocina, así llegábamos a tiempo a comprar los ingredientes y cocinar todos juntos durante la charla por Zoom. Lasagna y Tiramisu ahora son mi especialidad!



Italia tiene algo de gran valor, y debo admitir que desconocía un poco sobre este tema: el cine. Grandes directores marcaron diferencia en la forma de contar una historia. Suspira (1977), de Darío Argento, fue un descubrimiento en el género de terror. Con un tratamiento de color muy personal, dónde cada fotograma es una composición artística, dió inicio a un movimiento conocido como el Gialo, nombre que hace referencia al color de la tipografía de los postres de aquel entonces. Por otro lado, Vittorio de Sica, con Ladri di Biciclette se anima a mostrar un contexto de postguerra con planos abiertos y actores que no son actores, logrando expresiones más reales, algo totalmente nuevo para el cine hollywoodense.



Más allá de todos estos datos, debo decir que estoy agradecida conmigo misma por alentarme a mejorar aún en una situación así, a entender que todo va a pasar y cuando ese momento llegue, estaré mejor preparada para afrontar la vida y los sueños que tengo por delante.


Sé que es difícil muchas veces y que no todos los días nos despertamos con las mismas ganas, pero italiano y esta escuela me ayudaron mucho a sobrellevar la cuarentena y a darme un motivo para levantarme al día siguiente.


Roma, 2015
Roma, 2015

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